El conseller del Departamento de Ordenación Turística y Lucha contra el Intrusismo, Mariano Juan, se ha reunido hoy con representantes de los ayuntamientos de la isla para hacer un primer balance del servicio de detectives que, por tercer año consecutivo, ha puesto en marcha el Consell para combatir las fiestas ilegales.
Los detectives, con perfil de hombres de nacionalidad extranjera, se han infiltrado en fiestas y “han permitido localizar, identificar y paralizar de forma preventiva la celebración de este tipo de fiestas“, asevera el Consell.
Además, este año, sus infiltraciones y sus informes “han sido determinantes para la desarticulación de una importante organización criminal dedicada al tráfico de drogas, en una gran intervención policial coordinada por la Guardia Civil, Policía Nacional y Policías Locales”, subrayan desde la máxima institución ibicenca.
“Estamos lanzando un mensaje contundente a quienes organizan o pretenden organizar fiestas ilegales, porque todos, desde los organizadores, a los comercializadores, colaboradores, participantes y propietarios de la vivienda, tendrán que ser sancionados”, ha dicho Juan.
La mayoría de las fiestas ilegales donde se han infiltrado los detectives se han celebrado en villas alejadas de la población, y los accesos se hacen a través de contactos, amigos, grupos de Whatsapp, páginas web…
El precio de las entradas varía según el tipo de fiesta y puede ir de los 20 a los 150 euros, con consumición o sin. Para no ser detectados piden el pago en efectivo o con tarjeta, no con Bizum. Muchos de los promotores de estas fiestas tienen relaciones de colaboración entre ellos.
En las próximas semanas se harán públicos los datos de los informes de las policías locales, avanzan.