Los hechos, cometidos en 2012 y 2013, constituyen delitos de estafa, falsedad en documento público y simulación de delito, pero el condenado alcanzó un acuerdo de conformidad con el fiscal.
Los tribunales pueden acordar suspender el ingreso en prisión de los condenados a penas de menos de dos años si se cumplen condiciones como la citada.
Según la sentencia el acusado presentó una factura falsa para denunciar la desaparición, como consecuencia del robo que había fingido, de 4 trajes de campero, un zahón de piel, una chaquetilla 4 capotes de paseo con imagen, 6 trajes de luces, 2 pares de botas, por valor de 33.360 euros, todo ello con intención de cobrar del seguro que tenía contratado. Es decir, nunca tuvo esos útiles para torear, sino que fingió haberlos comprado para cobrar por su robo.
La sentencia considera probado que el 7 de noviembre de 2012 el condenado denunció en la Comandancia de la Guardia civil de La Pobla de Vallbona que en su chalet unifamiliar alguien había cortado la valla metálica para después, con el fin de entrar en la vivienda, romper la ventana del comedor, dos venecianas de las dos ventanas. También se rompió el bombín de la puerta de la cocina, según la falsa denuncia.
El reo aportó un listado de los objetos sustraídos y cobró de su compañía de seguros 31.000 euros. La compañía no reclama la indemnización correspondiente por haber alcanzado un acuerdo con el acusado.
La denuncia se repitió el 4 de noviembre de 2013 pero, esta vez, la compañía no llegó a abonar nada por este hecho, al detectar el fraude.